Marc Romera, experto en nutrición científica: "Para la gran mayoría de personas, con dos o tres comidas diarias es más que suficiente"
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Cada vez más voces en el ámbito de la nutrición científica ponen en entredicho la antigua creencia de que es necesario comer cinco veces al día. Uno de los que defiende esta idea con argumentos claros y actualizados es Marc Romera, especialista en divulgación científica sobre salud y metabolismo. En uno de sus vídeos más recientes, el nutricionista ha desmontado algunos de los mitos más arraigados sobre la frecuencia de las comidas, respaldándose en aspectos digestivos, hormonales y metabólicos.
Romera no se anda con rodeos. "Salvo que seas una persona que entrena dos veces al día, un deportista con una gran carga de entrenamiento o alguien en una fase específica de ganancia muscular, con dos o tres ingestas al día es suficiente", explica. Esta afirmación, que podría resultar provocadora para algunos, se apoya en fundamentos fisiológicos poco conocidos para el gran público.
Uno de los principales motivos que esgrime es la salud digestiva. Según Romera, espaciar las comidas permite que el cuerpo active el complejo motor migratorio, un mecanismo de limpieza interna del tubo digestivo que se activa aproximadamente a las dos horas tras la última comida o durante momentos de ayuno. Si se interrumpe constantemente con nuevas ingestas, este proceso no se completa y puede derivar en trastornos como el sobrecrecimiento bacteriano (SIBO), cada vez más frecuente.
Otro de los argumentos que expone el experto tiene que ver con la eficiencia metabólica. Cada vez que comemos, el cuerpo libera insulina, una hormona que facilita el almacenamiento de energía. "Teniendo en cuenta que la mayoría de personas hoy en día llevan una vida sedentaria, con largas horas sentadas y poca demanda energética real, la excusa de que necesitamos comer constantemente para tener energía ha quedado obsoleta", apunta Romera.
Esta reflexión va directamente contra el mantra de "hay que picar algo cada pocas horas", que durante años se difundió como una recomendación estándar, incluso entre profesionales de la salud. Pero Romera recuerda que, para alguien que no gasta grandes cantidades de energía a lo largo del día, esa estrategia puede llevar más fácilmente a un exceso calórico y al aumento de peso.
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Además de la insulina, Romera destaca los efectos de comer muchas veces al día en la estabilidad glucémica. Consumir alimentos con frecuencia genera una montaña rusa de subidas y bajadas de glucosa en sangre, algo que puede llevar a un fenómeno conocido como glucodependencia: la necesidad constante de ingerir azúcar o carbohidratos simples para evitar sentir fatiga o irritabilidad.
"Reducir el número total de comidas evita esa montaña rusa y mejora la capacidad del cuerpo para acceder a sus propias reservas de energía", señala. Esto se traduce, según explica, en una mayor flexibilidad metabólica, es decir, la capacidad del organismo para alternar entre el uso de glucosa y grasa como fuente principal de energía.
Romera no está proponiendo una moda nueva ni dietas extremas. Su mensaje es claro: ajustar la cantidad de comidas diarias a las verdaderas necesidades del cuerpo, teniendo en cuenta la actividad física, los hábitos y el estado de salud de cada persona. Ni todos necesitan comer cinco veces al día, ni todos deben hacer ayuno intermitente. El punto medio es, muchas veces, la clave.
Para la mayoría, especialmente aquellos con una vida laboral sedentaria, concentrar la alimentación en dos o tres comidas bien estructuradas puede tener más beneficios que desventajas, desde una mejor digestión hasta una mayor estabilidad energética. Y aunque cada caso es distinto, Romera recuerda que las recomendaciones deben adaptarse a la realidad actual de la población, no a dogmas heredados.
Cada vez más voces en el ámbito de la nutrición científica ponen en entredicho la antigua creencia de que es necesario comer cinco veces al día. Uno de los que defiende esta idea con argumentos claros y actualizados es Marc Romera, especialista en divulgación científica sobre salud y metabolismo. En uno de sus vídeos más recientes, el nutricionista ha desmontado algunos de los mitos más arraigados sobre la frecuencia de las comidas, respaldándose en aspectos digestivos, hormonales y metabólicos.
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